Dalí fue genial, extravagante, insensible,
solipsista, megalomaniaco, surrealista, visionario, histriónico, popular,
pintor, escritor, diseñador de joyas, guionista de cine, publicista, showman, masturbador compulsivo,
impotente, cínico, reaccionario, desagradecido, codicioso, corrupto, traidor,
marxista y monárquico. Pero, ¿quién es perfecto?
En esta extraordinaria biografía, Gibson
nos muestra todas estas facetas y algunas más de un personaje que, sin
gustarle, es obvio, le interesó lo suficiente como para dedicarle varios años
de su vida. Quizá esta sea la clave del libro: es difícil querer a Dalí, pero
es facilísimo interesarse por él.
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