
A veces recuerda a Corto Maltés, pero no tiene su valentía ni su ambigüedad. La ambigüedad de Dieter viene de su deseo de vivir tranquilamente y de su carencia de fondos para financiarse. Pero poco más. Desde luego, no hay ideales, aunque sí cierta necesidad de mirarse al espejo sin sonrojarse.
Magnífica serie. Dibujos absolutamente evocadores y guiones inteligentes. Una pena que no siguieran.
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