domingo, 13 de octubre de 2019

Máquinas como yo, de Ian McEwan

Resultado de imagen de Máquinas como yo
El autor se inventa una ucronía completamente innecesaria para montar un popurrí de temas de actualidad desarrollados ese estilo literario que huye de dobles sentidos, imágenes sugerentes y profundidades mentales y lucha porque el lector jamás tenga la más mínima duda acerca de lo que está ocurriendo.

Acerca del tema central, la posibilidad de que construyamos máquinas que puedan pasar por seres humanos, el texto no aporta nada que no se haya dicho, dibujado o filmado con anterioridad. El autor da por hecho que sí, que podremos hacerlo, pero no indaga demasiado en el asunto: se limite a tirar del test de Turing.

Ahora que lo pienso, ya sé para qué se inventa la ucronía y convierte a Turing en personaje: para poder desarrollar su historia de robots inteligentes como si Blade Runner nunca hubiese existido. Pero existió, lo cual hace anticuada a esta novela nada más nacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario