Con una línea
clara elaborada (nada minimalista, por cierto) y de montaje complejo aunque
algo impersonal, el autor nos lleva por la vida y obra de Mies van der Rohe a
través de sus ambiciones artísticas, sus amoríos y las vicisitudes de una vida
pública en el convulso mundo de la primera mitad del siglo XX. Sin interés por
la política, fue acusado de comunista y de relacionarse con los nazis, cosa que
hizo cuando de ellos dependían sus encargos o el mantenimiento de la Bauhaus,
de la que fue director.
Que esta biografía sea en forma de cómic se
justifica plenamente cuando vemos dibujadas las obras del arquitecto: el
pabellón alemán de Barcelona, el edificio Seagram, la casa Farnsworth. el Crown
Hall o la Nueva Galería Nacional de Berlín lucen francamente bien en los respetuosos
dibujos de Ferrer.
Muy recomendable.
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