
Más que sin talento, se trata de un tipo
desubicado en una sociedad cambiante, un tipo sin energías, depresivo, como
parce ser que fue Tsuge. Al mezclarse esta circunstancia con el por sí lento tempo
japonés, leemos un tebeo melancólico, que a veces parece místico pero que tan
solo cuenta la historia de alguien que intenta vender piedras mientras
permanece tumbado debajo de su toldo.
Raro tebeo.
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