La película, por la
que desfilan personajes propios del universo
de Almodóvar (ama de casa enganchada a las pastillas; antiguo emigrante nostálgico
y machista; hijo chapero; hijo camello; abuela egoísta; vecina puta; psicólogo
loco; dentista pederasta; policía impotente; escritor tramposo; escritora
cleptómana), no es más que una sucesión de ocurrencias con las que el autor
pretende hacerse el gracioso pero que solo consigue despreciar frívolamente el
drama que podemos imaginar bajo cada uno de ellos.
Se aprecia descaradamente la estructura de
autocitas de la película: la mitad del metraje nos presenta imágenes absurdas
cuya única justificación es servir de base para el posterior gag, este
definitivamente idiota.
De todo el guion la única idea dotada de
cierta originalidad es que la protagonista, tras matar al marido de un golpe de
hueso de jamón, haga un caldo con él. Con el hueso. Lástima que ya
apareciese unos años antes en el relato Cordero
asado de Roald Dahl.
Nunca he entendido lo que le ve la gente a
Almodóvar. Por ahí fuera supongo que creerán estar ante una muestra del exotismo
español. O quizá que bajo todas esas chorradas se esconde algún tipo de
simbolismo, aunque, por supuesto, no es el caso. Pero, ¿y aquí dentro? ¿Qué le
ve la gente a Almodóvar que no estuviese ya en las películas de Pajares y Esteso?
Mientras que en esa época sólo se hacían películas de la Guerra Civil Española, porque había tema de sobras y comenzaba una cierta libertad de ideas políticas, Almodóvar se atrevió con algo más original que rompía moldes a la vez que reflejaba una cierta realidad escondida de la época, mujeres maltratadas soportando a maridos machistas, abuelas amargadas viviendo de prestadas, hijos rebeldes en un hogar infeliz, en fin. Nos puede gustar o no, pero se atrevió con algo nuevo, diferente y real de lo que hasta entonces, nadie hablaba.
ResponderEliminarSupongo que tienes razón si nos limitamos al mundo del cine, porque la literatura o los cómics ya habían tratado esos temas con anterioridad. En cualquier caso, confieso que me tira de espaldas que los personajes de Almodovar sean tan diversos en lo exterior pero tan simples en su interior.
ResponderEliminarDicho esto, acepto de entrada estar equivocado: dado el éxito del manchego, algo debe tener su cine que no capto.
Salud.