Por aquello de que lo han vuelto a editar, releo el volumen Las Murallas de
Samaris de Schuiten y Peeters
que ya leí hace treinta y dos años.
El don de
Schuiten para crear arquitecturas mágicas, subyugantes, oníricas, metafísicas es incomparable. El de Peeters para hablar de la realidad a través de lo fabuloso, único.
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