Referéndum viene directamente del latín referendum, que es
el gerundivo de referre, y que
quiere decir ‘volver una cosa al punto de partida’. En un referéndum político,
el punto de partida es el pueblo, y lo que se devuelve es algún asunto sobre el
cual el gobernante no se ve autorizado o legitimado para decidir.
Pues
eso es lo que han hecho en Grecia: ante unas propuestas europeas que nada
tienen que ver con lo que el partido de Syriza llevaba en su programa
electoral, el gobierno griego decidió hace poco más de una semana preguntarle a
la gente: ¿aceptamos la propuesta europea o no?
Tres
cosas:
1.
Me sorprende (en realidad no) que tantos dirigentes
europeos y tanto político nacional se hayan indignado por la convocatoria del
referéndum. Alguno de ese partido que se niega a condenar el franquismo ha
llegado a poner en duda el carácter democrático de los referéndums señalando que
las dictaduras los usan mucho. Lo que se les olvida decir de los referéndums de
las dictaduras es que en ellas no se permite hacer campaña en contra de la contestación
propuesta por el dictador. Pero en Grecia cada cual ha podido decir lo que le parecía.
También se les olvida comentar que en Suiza, país rico y democrático, hacen
montones de referéndums por cualquier cosa. Y, sobre todo, se les ha olvidado
explicar por qué es malo preguntarle a la gente sobre qué es lo que quiere. Les
han llamado a los de Syriza irresponsables y populistas por preguntarle a su
gente. ¿Por qué? ¿Por qué es irresponsable? ¿Es que el pueblo no es de fiar?
¿Es que la soberanía no es suya?
2.
Me dan envidia. Me hubiese gustado que el expresidente Zapatero,
cuando recibió un telefonazo de alguien que le dijo que había que cambiar el
rumbo económico del país y empezar a hacer recortes, nos hubiese preguntado qué
nos parecía hacer lo contrario de lo que había dicho en campaña electoral. Como
me hubiese gustado que el actual presidente, Rajoy, antes de subir el IVA que
dijo que no iba a subir, nos hubiese preguntado. Y me gustaría, ya que aquello no
se hizo, que nos explicasen por qué no lo hacen. ¿No creen en la soberanía
popular? ¿No creen en la palabra dada? ¿O es que no les dejan?
3.
Estoy encantado con el resultado del referéndum griego. Estoy
encantado de que alguien le diga que no a esta Europa secuestrada por el
dinero. Estoy encantado de que haya más política, y no menos, de que el poder
vuelva a los representantes de los ciudadanos y no se quede en manos de los mercados
financieros. Estoy encantado de la cara que se les ha quedado a los defensores del
pensamiento único, a los profetas de la fe neoliberal.
Con
esto no quiero decir que sea optimista. No lo soy. Hay mucho en juego y los malos
siguen siendo más fuertes. Y capaces de todo: lo han demostrado muchas veces. Pero,
al menos, hay resistencia. Al menos hay algo de dignidad. Los de Syriza lo han
dicho: luchamos por la dignidad de Europa. Y tienen razón, porque la Unión
Europea es algo indigno y monstruoso, un Goliat que necesita una pedrada de
David (dicho esto en modo figurado, ojo, que luego te dicen que haces apología del
terrorismo y te procesan).
Estoy de acuerdo con todo, hasta con la falta de optimismo. Para el sistema actual, oligarquía democrática, que tiene de democracia lo que la extinta república democrática alemana, la democracia consiste en dejar que el pueblo escoja entre lo que la oligarquía les deje escoger. Hacer un referendum en el que se ofrece una opción que no es la opción del poder establecido es nociva para el sistema porque pudiera pasar que el poder real quedase en manos de la masa que podría llegar a creer que efectivamente existe la democracia.
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