martes, 22 de noviembre de 2011

¿Y si no hay solución?

A veces una pipa es una pipa y ni la razón ni la acción ni la inocencia pueden con la terca realidad. Entonces solo queda la melancolía. A veces el dolor proviene de la no asunción de la derrota. No sé si Lars von Trier pretende decirnos esto, pero yo llevo mucho tiempo sufriendo ante la aporía de un mundo que parece resistirse a las soluciones. ¿Y si no las hay? ¿Y si no hay nada que hacer? A lo mejor todo es tan sencillo como eso. En tal caso solo nos queda la melancólica espera del fin. En un contexto así, asistir al nacimiento de una obra de arte es doblemente emocionante, porque a la alegría de ser testigo de algo tan especial se une la tristeza de saber que su fin es, sin embargo, el de todo lo demás: la aniquilación.

 
Nota: esto no es un trailer: es el prólogo, los ocho primeros minutos de la película
Melancholia, de Lars von Trier.
 Por cierto: la música es de Wagner, de Tristán e Isolda.

2 comentarios:

  1. Hace poco vi una foto en la que se veía una señal que advertía que los bordes de la señal cortaban...

    La solución era parte del problema... si no se advertía de que cortaban no hacía falta la señal en la que estaba escrito el aviso...

    Cada vez que producimos una solución, incrementamos el problema... no quiero decir que no haya que buscar soluciones, sino que a lo mejor tenemos que deshacer alguna de las que se han puesto en práctica para no convertir la solución en parte del problema.

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  2. El sabor amargo que me ha producido leerte se ha desvanecido en el mismo momento en que he empezado a visualizar esa Melancholia. Una maravilla para los sentidos. La recreación de Ofelia me ha encantado. Después de esos ocho minutos a uno ya no le importa dejarse aniquilar... Gracias.

    PD - Siempre hay soluciones. No tiremos la toalla,

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