¿Os habéis fijado en la foto que colgué el
otro día? ¿Habéis visto cómo el muerto levanta con sus manos la lápida mientras
el ángel hace por escuchar lo que dice? Me imagino los buenos ratos que el
difunto, en vida, debió de pasar pensando en las reacciones de los visitantes
del cementerio al ver su tumba. Así es como pensaba ese tipo en su muerte,
imaginándose la vida de los otros. Y disfrutando de la situación por
anticipado, como hacemos tantas veces en tantas otras ocasiones.
Esa misma capacidad narrativa que nos
permite imaginar el futuro es la que nos permite pensar en la muerte como un
estado, cuando no lo es. También el lenguaje colabora al engaño: decimos "Fulano
está muerto" y sentimos que Fulano está, es verdad que muerto, pero está, cuando lo
cierto es que Fulano, si es que es cierto que murió, no está.
La muerte no es un estado, es algo que
ocurre, es la cesación de la vida, es un punto y final, no una transición. Si
acaso, es un estado, pero para los vivos. Fulano está muerto en mí. Yo, que sigo
vivo, carezco sin embargo de la presencia de Fulano. Por eso las exequias, los
funerales, los réquiem y epitafios son para los vivos, y no para los muertos, porque
tienen que ver con la forma en la que los vivos procesamos la muerte de los
otros.
Pero la muerte no existe. No como más allá.
No hay más allá. No hay después. Pensar en el futuro, en lo que ocurrirá tras
nuestra muerte es un ejercicio intelectual tan interesante como cualquier otro,
y tan inútil como casi todos.
PD: le hice otra foto a la tumba en cuestión: en esta se ve con más claridad al ángel que, al tiempo que hace bocina con la mano para escuchar al presunto difunto, señala hacia arriba, quizá indicando que desde allá no se le oye, o vaya usted a saber qué.
PD: le hice otra foto a la tumba en cuestión: en esta se ve con más claridad al ángel que, al tiempo que hace bocina con la mano para escuchar al presunto difunto, señala hacia arriba, quizá indicando que desde allá no se le oye, o vaya usted a saber qué.
Estás un poco fúnebre últimamente. A este paso el título del blog va a ser Tres difuntos. Por cierto, la tumba de la foto es estupenda (no se me ocurre otro calificativo, aunque estupenda quizá no sea el más adecuado).
ResponderEliminarUn saludo.
"Vivir es llegar y morir es volver.
ResponderEliminarTres hombres de cada diez caminan hacia la vida.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la muerte.
Tres hombres de cada diez mueren en el ansia de vivir.
¿Cómo puede sobrevivir el décimo hombre?"
TAO TE KING
http://www.youtube.com/watch?v=lj1ZvkAX7VE&feature=player_embedded&noredirect=1
ResponderEliminarVoy a discrepar... por el mero hecho de darte la razón en reconocer que es un ejercicio intelectual tan carente de sentido como cualquier otro.
ResponderEliminarTodo es una cuestión de semántica, el problema lo tiene el término en sí mismo. Todo lo que vive está muriendo al mismo tiempo. De hecho, si no estuviera muriendo no podría estar vivo. Por lo que estar muerto sería equivalente a decir que ya no está muriendo.
Así que según definas el término, será posible estar, o no.
En estos temas sobre la muerte, para quitarle el ambiente de dramatismo que se genera, me suele gustar recordar una frase que oí hace mucho:
ResponderEliminar"La muerte está tan segura de us exito, que nos da toda una vida de ventaja."
Carlos