martes, 25 de agosto de 2009

Descartes y Pascal

Una forma de pensar en el futuro consiste en echar vistazos al pasado. Una magnífica ocasión de hacerlo es ver la obra de teatro El encuentro de Descartes con Pascal joven de Jean Claude Brisville. Brisville imagina en ella los que ambos genios hablaron en la única entrevista que se sabe tuvieron pero de la que no ha quedado ningún registro. El texto es inteligentísimo, puro placer, increíblemente ameno por el despliegue de ingenio que supone el enfrentamiento entre el ya maduro Descartes, amante de los placeres que le proporcionan la inteligencia y el sosiego, y el joven y airado Pascal, obsesionado con la religión y la verdad, su verdad.

Hace unos días tuve la fortuna de asistir a la versión que Flotats dirige e interpreta magistralmente en Madrid. Un montaje austero que no desvía en ningún momento la atención de lo importante, la palabra y el gesto de este encuentro entre dos formas de ver el mundo: ciencia y Biblia, relativismo y dogmatismo, la mirada desapasionada y la pasión de la juventud.

Descartes es creyente, es cristiano, pero le dice a Pascal, otro cristiano: “Señor, terrible religión la vuestra”.

Fascinante.

viernes, 21 de agosto de 2009

Campamento de verano ateo

La noticias, tal como se puede leer, por ejemplo, en http://www.publico.es/agencias/efe/241764/ es que, aunque ya hay varios en Norteamérica, se ha inaugurado este verano el primer campamento para hijos de padres ateos o agnósticos en Gran Bretaña. Está apoyado, entre otros, por el amigo Dawkins, que no descansa.

El invento se llama Camp Quest, que se podría traducir como “Campamento búsqueda”, y la idea es desterrar de las actividades de los campistas todo rastro de religión y enseñarles a pensar. Un jueguecito que me ha encantado es el llamado Reto del unicornio invisible: a los críos se les dice que existen unicornios alrededor del campamento, pero que si no los ven es porque son invisibles. El reto consiste en demostrar racionalmente que dichos unicornios no existen (sugiero al sufrido lector que lo intente).

La directora del campamento, Samantah Stein, explica que “la idea de Camp Quest es realmente dejar que los niños decidan qué pensar. Para ello se van a desarrollar algunas actividades filosóficas orientadas a niños y otras relacionadas con las falacias lógicas. Es un modo de interesar a los críos en el pensamiento, en la filosofía, en cuestiones religiosas y en todo tipo de pensamiento científico y crítico”.

Hablando de futuro, el futuro se construye así.