miércoles, 11 de abril de 2018

La dominación masculina


Resultado de imagen de pierre bourdieu la dominaci+òn masculinaLa tesis del autor, Pierre Bourdieu, es clara: la dominación masculina está encarnada en las estructuras sociales de tal manera que dominadores (los hombres) y dominadas (las mujeres) participan en la reproducción del modelo y de todo aquello que contribuye (la Familia, la Escuela, la Iglesia y el Estado) a su permanencia.
Bueno, hasta aquí bien (tampoco es ninguna sorpresa). Lo que no entiendo es la obsesión del autor por negar cualquier naturalidad a este estado de cosas. Todo es social, todo es aprendido, repite una y otra vez sin dejar un resquicio ninguno a la biología. 

Se me ocurre que su obsesión por negar toda naturalidad en la discriminación sexual puede venir por un prejuicio naturalista, ese que dice que lo natural es bueno. Al partir de esta premisa, como la discriminación sexual es mala, debemos pensar que se trata de una construcción social, y a ello dedica todos sus esfuerzos.  

Para mantenerse en esta posición no desmonta las posiciones genetistas: simplemente las niega para afirmar con una machaconería considerable que la gente se comporta como se comporta por la influencia de la sociedad. Lo curioso es que hay frases, párrafos enteros que parecen ser dicho respecto al tema del libro, pero que valdrían por igual para cualquier otra cosa que sea de origen social. Vamos, que nos comportamos como con comportamos porque la sociedad nos ha hecho así. Pues claro.

En cualquier caso, lo que menos entiendo es que hable una y otra vez de los beneficiarios del sistema de dominación masculina: los hombres. ¿De verdad que convertirte en un bruto bebedor de cerveza que ve fútbol y trabaja en la obra es beneficiarse?

Como siempre, puedo estar de acuerdo con las descripciones, aunque con frecuencia sean muy, muy exageradas (como si todos fuésemos y nos comportásemos igual en todas las épocas), pero no con la etiología. Las causas de cómo nos comportamos los humanos tenemos que buscarla en nuestras dos programaciones: la genética y la social. Mientras sigamos negando la mayor, es decir, que no somos buenos por naturaleza, no seremos capaces de ser de otra manera.

9 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo en lo que comentas del prejuicio naturalista de considerar que lo natural es bueno, por lo tanto si algo es malo hay que negar que su origen biológico, genético o lo que sea ... Es algo que también he observado en varios campos.

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    1. Esto que voy a decir es pura especulación, pero en ese prejuicio naturalista veo un resabio religioso, una transferencia de adoración, como si al dejar dios vacante el puesto de ser adorable lo ocupase en la mente de muchos la naturaleza.

      Quizá sea consecuencia del miedo a la libertad, quizá la gente manifieste en este prejuicio naturalista la necesidad de tener cimientos sólidos, algo indiscutible en lo que apoyarse.

      Lo que es indudable, en cualquier caso, es que demuestra una profunda ignorancia o un extraordinario desinterés por las ciencias naturales, las cuales no hablan de un mundo bondadoso e idílico, sino de uno despiadado y sin sentido.

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  2. Sí, un poco de todo eso,cuando somos niños y hacemos algo miramos a nuestro padre o madre a ver que cara ponen, si es de alegría, de enfado, de aprobación o desaprobación y así aprendemos si lo que hemos hecho es bueno o malo. Podríamos decir que la humanidad está todavía en un estadio de infantilismo y necesita un ente superior (Dios o lo que sea) que justifique sus actos, no somos capaces aún de asumir plenamente nuestra libertad y nuestra responsabilidad, necesitamos algo por encima que nos garantice que lo que hacemos es lo correcto.

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  3. Hola a todos. Que vaya por delante que lo que escribo lo hago desde la prudencia, porque este libro no lo he leído, ni conozco sobre qué inquietudes escribe este autor.
    Alberto, cuando dices que lo que no entiendes es la obsesión del autor por negar cualquier naturalidad a este estado de cosas... realmente no sé si lo dices porque el autor refleja esa obsesión explícitamente en sus escritos o porque lo hace de una manera tácita, es decir que no hace ninguna referencia directa a esa "maldad natural".
    Lo digo porque si fuera el segundo caso, realmente no lo vería como una obsesión, sino como una argumentación exagerada que haces. Pero como me gusta leerte y en gran parte es por tus excesos déjame que "te entre al trapo". Eso sí, ya sabes que con toda la prudencia y respeto que pueda.
    Independientemente de si es una exageración, o no, en tu argumento; aún está por llegar el día en el que me encuentre un escrito, rigurosamente científico, de etología (por ejemplo) y que ahí se hable del bien y del mal en el comportamiento de una especie. Sin embargo sí que se puede leer, por ejemplo, sobre comportamientos evolutivamente estables. Es sólo un ejemplo.
    Pero hablar de lo bueno y lo malo en el naturalismo no tiene mucho sentido y en el fondo creo que lo que estáis diciendo va en esa dirección.
    Yo me tengo, entre muchas cosas, como naturalista y me cuesta creer en manos invisibles que regulen, por ejemplo, un sistema económico. Pero me parece evidente esa mano en la regulación de ecosistemas. Es alucinante el comportamiento de ciertas especies de árboles, que a través de la "Vecería" mantienen un equilibrio en la población de roedores, garantizando así la buena salud de ese gran organismo que es el Bosque. Solo era otro ejemplo, pero
    nadie debería ver ahí el plan de un dios sino una Estrategia Evolutivamente Estable, aprendida, de ese Bosque. Y es aprendida porque, aunque no exista la amenaza de una gran población de roedores esos árboles siguen comportándose de esa manera.
    No espereis, en todo lo que estoy escribiendo, una manera para llegar a Dios, sencillamente porque sería imposible llegar. Pero sí podéis esperar que intente llegar a que nosotros, como especie, sí que estamos dentro de ese "sistema", que no es Dios precisamente, ni Gaia ni cosas así. Sino un sistema al que estamos irremediablemente ligados y eso me parece fascinante. Digno de "adorar". (en otro momento hablaría de esa adoración a Gaia, o a Dioniso, o a Apolo, o a Hera y su adoración superracional y materialista en oposición a todo lo que resuene a "espiritualidad")
    Entre hombres y mujeres hay muchas y grandes diferencias naturales. Una de ellas es nuestra predisposición, por ejemplo, al asesinato. Cosa que por supuesto no tiene que servir para justificar la violencia de género. Pero esa disposición genética, casi atávica existe.
    Si estuviéramos fuera de un sistema judicial, o si estuviéramos sin civilizar no sé cómo se reflejaría en nuestro comportamiento.

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    1. Ja, ja, ja, me ha encantado eso de que “me gusta leerte y en gran parte es por tus excesos”. Nunca hubiese pensado de mí mismo que soy un exagerado.

      No, cuando digo lo de obsesión del autor no es por una interpretación por mi parte, sino por negaciones explícitas de toda forma de esencialismo biologicista.
      Ahora mismo no tengo el libro a mano, pero en cuatro o cinco días transcribiré aquí algunas citas literales al respecto.

      Pero, es que, además, no es una posición especial del autor, sino una muy común entre los que realizan estudios sociológicos y culturales eso de negarle toda base biológica a la diferencia de comportamiento entre los sexos. La razón, ya lo he dicho por ahí, tiene que ver con el miedo a considerar natural algo que, a la vez, consideramos malo, no vaya a ser que alguien diga que si es natural es bueno. Es obvio que la solución a la aporía es rechazar la tontuna de pensar que lo natural es bueno.

      No pienso que se trate tanto de hablar de bien o mal sino de comportamientos que juzgados desde nuestras morales más o menos modernas puedan parecernos, efectivamente, buenos o malos. De todas maneras, sí que hay textos que muestran posiciones fuertes al respecto: El gen egoísta de Dawkins es todo un ejemplo (y donde se habla de las estrategias evolutivamente estables). También lo es La evolución del deseo, de David Bess, un libro sorprendente, iluminador y diría que imprescindible.

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    2. Pues tengo muchas ganas de darle una vuelta a "La evolución del deseo" que no lo conocía.
      En lo que yo quería hacer hincapié era en eso del "prejuicio naturalista" de que lo natural es bueno. Estoy totalmente de acuerdo en que es un prejuicio, pero no en que sea naturalista; o no, por lo menos, tal y como yo entiendo el naturalismo.
      Me encantaría saber, en una hipotética civilización desarrollada de "Mantidaes", cómo se integraría el impulso de cortar la cabeza al macho tras la cópula. Supongo que acabaría siendo algo repudiable, pero de alguna manera tendría que estar integrado en su cultura, en sus leyes y en su sociología.
      No podría entender que sus sociólogos se empeñaran en no contemplar la base biológica de ese instinto. Ni que alguien lo pudiera considerar bueno, solo por ser "natural".

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    3. He estado mirando por ahí y la expresión "prejuicio naturalista" puede resultar efectivamente malinterpretada, así que cambiamos: ¿qué os parece "prejuicio de la bondad de la naturaleza". Es un poco larga, pero más clara. Espero.

      Muy buena la imagen de la civilización mantidae.

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  4. Por cierto ¿has escrito una novela?
    Estoy deseando leerla, estoy seguro de la cantidad de guiños evocadores que tendrá.

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    1. Sí escrito una novela. Y sí, está llena de guiños evocadores, así que nada, a leerla…

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