martes, 30 de junio de 2015

Grecia

¿No es sospechoso que Bruselas, el FMI, Alemania y demás actores económicos se pongan de los nervios cuando un gobierno decide preguntarle a su gente qué quiere hacer? ¿No es raro que se llame responsables a los gobiernos que hacen lo que les dicen aunque sea lo contrario de lo que ellos le vendieron a sus votantes y que sean los otros, los que se niegan a romper su palabra, los irresponsables? ¿No es una estafa que sean los acreedores los que le digan a los estados lo que tiene que hacer? ¿No es extraño que la derecha, cristiana ella, ponga delante los derechos de los bancos acreedores y detrás todo lo demás: la salud, la educación, el futuro de la gente? ¿No es digna de admiración la tozudez con la que los gobiernos democráticos europeos ignoran a los grandes economistas que repiten una y otra vez que la deuda griega no se puede pagar? ¿No es insultante que buena parte de esa maldita deuda sea por las inversiones que los estados han tenido que hacer en el armamento que construyen, precisamente, los ahora acreedores? ¿No es sorprendente que el ideal europeísta se aplique con tanta saña a asfixiar a buena parte de los europeos? ¿De verdad que no ven que es antieuropeo, absolutamente antieuropeo, pensar que solo hay un modo de hacer las cosas? ¿Es que esta gente no ha leído nada? ¿O es que no han entendido nada?

No, que va: lo han leído todo y lo saben todo. Pero, sencillamente, no les interesa darse por enterados. Estamos en una guerra de clases, la misma puñetera guerra de clases de siempre. Y ellos nos quieren convencer de que su solución, es la única solución. Pero ni es única ni es solución.

También es curioso que tantos digan que ellos solos no pueden cambiar las cosas porque, posiblemente tengan razón, pero no en la conclusión, que no es que deban rendirse a las exigencias de los acreedores, sino liderar un cambio necesario en una Europa derechizada y dominada por los bancos y la fe neoliberal.

Sería hermosamente simbólico que el cambio en Europa viniese de Grecia.


lunes, 29 de junio de 2015

Ha muerto Chris Squire

Cuando yo era joven odiaba las necrológicas. Pensaban que eran vanos ejercicios de pleitesía a viejas glorias que nadie recordaba. Hoy veo las cosas de otra manera, posiblemente porque los que se mueren son amigos, incluyendo en esta categoría a gente a la que no he estrechado la mano pero con la que he compartido sueños y vida, mucha vida.

Chicos, entiendo que esto os dé igual, pero ayer murió Chris Squire, bajista de la banda de rock progresivo Yes. Estos tipos decidieron que podían hacer música sinfónica con instrumentos electrónicos, y la hicieron. Quisieron trascender el pop y el rock, y lo hicieron. Hicieron una música nueva y exquisita, una música que no aceptaba que la música popular tuviese que ser, necesariamente, vulgar. De hecho, quisieron cuadrar el círculo y hacer música popular y exquisita. 

Por supuesto, fracasaron, pero fue su fracaso uno de los más hermosos fracasos de la historia de la música.

Juanmi, mi hermano, quien me ha dado la noticia, apostilla: “Ahora sí que empieza el desfile”.

Los discos de Yes están por ahí, pero para conocer mejor al tipo os propongo un disco que hizo en solitario allá por el año 1975. El título viene a cuento de que su apodo era Fish y, claro, al hacer un disco fuera de Yes, lo suyo era...    


viernes, 26 de junio de 2015

¿Pesimismo? ¿Optimismo? Desmesura

El miedo, la desconfianza, el pesimismo, son fuerzas paralizantes, castrantes, inhibidoras de la vida, del disfrute. No son fuerzas ilógicas, no son irracionales. De hecho, se diría que son muy racionales, salvo por un pequeño detalle: impiden lograr el objetivo de vivir una buena vida.

El optimismo, la despreocupación, la espontaneidad, son fuerzas estupefacientes que te vuelven imbécil. Inducen de casi nada que estamos en el mejor de los mundos posibles. Son fuerzas peligrosas, porque te hacen obviar los peligros, que son ciertos, y te hacen ciego a las miserias del mundo.

La síntesis dialéctica sería algún estado superior en el que la aventura y la reflexión se abrazasen, pero no, no voy por ahí. Tampoco creo en ningún aristotélico estado intermedio. Cada vez estoy más convencido de que la clave está en la genialidad. Un pesimista fue Borges. Un optimista, se me ocurre, fue Hugo Pratt. Pero el pesimismo de uno y el optimismo de otro fueron creadores gracias a sus particulares personalidades y a dos cosas que tenían en común: los libros y la desmesura.

El otro día una compañera me preguntó que cómo se presentaban las vacaciones. Le contesté que bien: Francia, a comer y beber. “Con moderación”, me dijo. “No no, con moderación no: la moderación es malísima”, le contesté chistoso, aunque convencido. Le hizo mucha gracia.

sábado, 13 de junio de 2015

Hablando del Diablo

Val es una mirona y se dedica, enmascarada con una capucha de diablo, a espiar a la gente en sus casas, en espacial a su padre y su madrastra mientras se lo hacen. Pero a la madastra le gusta que la miren, y al novio de Val mirar a la madastra, y esto es suficiente para que Val lleve sus actividades muchos más lejos.

Pese a la aparente sencillez de sus obras, Beto Hernández consigue desarrollar complejas historias con personajes que evolucionan y, partiendo de la normalidad, se sumergen en estados emocionales de gran intensidad. Y lo logra con un ritmo que te lleva de viñeta en viñeta sin que te dé tiempo a respirar. Su capacidad de síntesis es tan grande que la primera lectura es como un fogonazo que te revela de golpe la historia. Después, en sucesivas lecturas, descubres con sorpresa las múltiples conexiones entre los personajes y sus porqués, aunque estos nos lleguen prácticamente desde el silencio.

Magnífico tebeo.

jueves, 11 de junio de 2015

Newton no era infalible

"Sin embargo, venerando el nombre de Newton, no estoy por otra parte obligado a creer que era infalible. Veo, no con alegría, sino con pesar, que fue susceptible de error, y que su autoridad, quizá, ha retardado en ocasiones el progreso de la ciencia".

Thomas Young.

Citado por Andrew Robinson en su libro 'The Last Man Who Knew Everything'.

domingo, 7 de junio de 2015

Birdman

Birdman es una película de muchas lecturas. En principio habla de esos actores que, tras realizar en el cine terribles bodrios comerciales, intentan lavar su imagen en el teatro interpretando piezas serias. Pero después el personaje se muestra más complejo: psicótico, vemos que Birdman no es solo un personaje: es una parte de él, una parte que le hace distinto, especial, aunque para el actor levitar o mover objetos con su mente no sea suficiente y se obsesione por demostrarle al mundo lo que lleva dentro a la manera ortodoxa: representando una obra de Carver. El final nos da una nueva lectura, muy quijotesca: y es que, en su locura, alcanza la plenitud y, sí, vuela.

martes, 2 de junio de 2015

True Detective

True Detective son dos detectives. Uno filosófico, nietzscheano, extraño. El otro, brutal, pero integrado en el sistema. El asesinato tiene mucho de ritual. Y el caso se complica. Están implicados religiosos, y gente importante. Niños desaparecidos durante años. Simbolismo vudú. Mardi Gras. Y Louissiana, con sus enormes llanuras y las viejas refinerías en el horizonte. Una crueldad física parece emanar de los pantanos y corromperlo todo. Es la oscuridad. 

Asistimos a dos líneas de tiempo, la que se produjo hace diecisiete años, cuando se enfrentaron por primera con la primera muerta y los primeros símbolos, y el presente, desde el que cuentan aquella historia, aunque no exactamente cómo ocurrió. La transformación de los protagonistas, sus voces, el plano secuencia, las tomas aéreas, los diálogos, las localizaciones, los tipos humanos, hasta la presentación: todo habla de la degradación del animal humano.

Con sus vidas destrozadas, ¿por qué enfrentarse de nuevo al horror? Cohle lo dice al principio: "es mi programación". Y el eterno retorno, un eterno retorno que permite sin embargo, al final, un momento de paz.

Impresionante.