domingo, 2 de junio de 2013

No hay progreso en el pop

La música pop tiene dos finalidades básicas: una más primitiva, que consiste en servir de soporte para las ceremonias de integración en el grupo y apareamiento (baile); y otra más moderna, pero derivada de la anterior, que permite al individuo canalizar sus inquietudes, sentir que alguien le entiende y, es lo fundamental, saber que no está solo (moda, tribu urbana, “forma de vida”).

El otro día, el ejercicio de matemáticas trataba de introducir a los alumnos de doce años en los misterios de la estadística estudiando la discoteca de un tipo que tenía 150 CDs de música clásica, 50 de pop y 100 de rock.

¿Y eso?, preguntan, refiriéndose al hecho extraordinario de que el género más abundante fuese el de la música clásica: ”pues debe ser que al autor del libro le pasa lo que a mí, que prefiere la clásica”, digo. Antonio, pelín pedante él, dice que la música clásica es la música que se toca en las grandes galas. Le contesto que no necesariamente, que con mucha frecuencia se organizan conciertos de música clásica a los cuales asistimos los aficionados. La reacción me desconcierta: se empieza a reír como locos y a repetir “conciertos de música clásica”, “conciertos de música clásica”, como si fuese la cosa más ridícula y chocante del mundo. Entonces Marian, con los ojos muy abiertos,  me pregunta: ¿y bailáis?

Pienso en la pobre Marian visualizando a su profe de mates bailando un vals en un salón barroco y se me cae el alma a los pies. Para ellos, clásica es Mozart, Beethoven y aburrimiento. Hablarles de Stravinski, de dodecafonía, de Debussy, de música concreta, es absurdo. No poder hacerlo significa que ellos se van a quedar con la idea que ya tenían de mí: soy un marciano. Pero esto es otra historia.

A lo que voy es que la música, desde el punto de vista popular, tiene un valor instrumental: el de hacer posible el baile y también el de posibilitar, aunque sea durante un ratito, la sensación de pertenecer a un grupo. Nada de esto es necesariamente malo, pero condena a la música popular a repetirse una y otra vez hasta el infinito. Con independencia de las modas y etiquetas, las sucesivas corrientes musicales atienden al final a las mismas necesidades básicas de la juventud, que son solo dos: la rebeldía y el sexo. La distinta combinatoria de estos elementos da lugar a los distintos estilos, pero, si uno tiene las narices de analizar las letras, verá que todas tratan de uno de los temas, o de los dos.

Los que viven de esto de la música nos intentan convencer de que lo último es lo mejor, y que los más jóvenes tienen el don de hacer buena música, y no como los viejos, unos incapaces escleróticos. Todo esto es falso: la música popular apenas progresa: ritmos reciclados, termas recurrentes, si acaso, algún timbre nuevo. Lo cierto es que podría dejar de hacerse nueva música: bastaría pequeñas modificaciones para poder poner en valor música de hace unos cuantos años. De hecho, es lo que se hace. ¿Y?

Tengo un amigo que todos los años, en determinado momento, se compra un montón de revistas musicales y se compra lo que allí dice que hay que oír para estar al día. Tengo otro amigo que no lo hace pero que sufre por no ser capaz de mantenerse en la onda. Ambos creen que cada generación aporta algo nuevo. Pero se equivocan.    

Salvo cuatro melodías que pueden resultar algo más universales, la música pop no aporta nada al bagaje cultural humano. Pero ello no es un problema, porque no es esa su misión. Los ritmos de baile no tiene por qué ser novedosos ni descubrir el código genético: basta con que la gente haya olvidado los anteriores, cosa a la cual está particularmente inclinada. Lo mismo pasa con las melodías: basta adornarlas con nuevos instrumentos para que parezcan nuevas y puedan por tanto servir como identificadores tribales durante mucho más tiempo.

La música pop está ligada a la edad de la inocencia. Y no esto no es malo. Lo malo es que tanto advenedizo viva de convencer a los demás de que lo que están escuchando, además de ser lo último, lo cual es cierto, es lo mejor, porque no lo es. En términos kuhnianos, podríamos decir que las distintas modas son inconmensurables por responder a distintos paradigmas. Lo demás es mercadotecnia y, por tanto, negocio.

Ya dijo Nietzsche que la música ni es profunda ni es significativa. La música no deja de ser un motivador extraordinario, una forma de excitar los sentimientos, no muy distinta que ciertas drogas, aunque, eso sí, más sana. Si queremos distinguir unas músicas de otras, más allá de las cuestiones técnicas, debemos fijarnos en aquello que pretenden alterar. Si nos habla de amores no correspondidos o de personaje incomprendidos, sabemos que nos están hablando de música pop, se trate de The Beatles o de Wagner. Si nos hablan de otras cosas, de otros estados, de otros momentos del ser, es que no estamos escuchando pop. Pero de esto hablaré otro día.

5 comentarios:

  1. Yo diría que el concepto de concierto que manejan tus alumnos no coincide con el tuyo. Supongo que les parece tan absurda la idea de un concierto de música clásica como la de un helado de bacalao, y de ahí su hilaridad.

    Sólo por curiosidad: ¿en toda una clase no hay un solo alumno que estudie o haya estudiado música?

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    1. En el Instituto se da música a partir de 2º de la ESO (13 años) y los alumnos de los que hablo son de 1º.

      Y fuera del Instituto... bueno, hay que tener en cuenta que doy clase en uno de los barrios más deprimidos de Madrid, así que no, no es frecuente que estudien música.

      En cualquier caso, desde que llegué al centro donde trabajo ahora me sorprendió enormemente que la gente ni siquiera hiciese música por su cuenta.

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  2. Hola Alberto, tus pensares y comentares siempre sacuden mis días, dejan marca y con el pasar del tiempo sigo razonandolos, sigo pensando, comparando, cuestionando.
    Nunca indico que nuestro lado sea mejor o mas optimo o perfecto o ideal. Hablo de nuestro lado del "Atlantico". ;-DDD
    Solo observo que nuestras filosofías, idiosincracias son distintas y tiendo a concluir que es nuestras geografias, nuestra situación demográfica, lo que dicta como pensamos, razonamos, como actuamos.

    Alberto, puedo también razonar tu pensar en los temas de la música. Trato de recordar que tu ambiente en el distrito escolar tuyo es distinto al ambiente donde yo hago mi ocupación. En mi empleo tengo alumnos que son Beduinos de Arabia Saudita, tengo personas de Africa que jamas habían salido de su aldea, su diminuta población y jamas habían experimentado el planeta, el mundo. Hago algunas horas con personas que vienen aquí de Centro y Sud-America, vienen de lugares aislados de casi todo lo cultural.
    Finalmente, también hago mis clases con alumnos AUTISTAS. El individuo AUTISTA es un excelente maestro, profesor, instructor, nosotros los llamados "normales" debemos aprender del individuo Autista.

    Asi podras imaginaros los porques de mi parcial diferir en los temas de arte, en esta situación de música.
    No se al momento si tengo claro con detalle lo que expresas o si solo tengo el contexto, la idea en general.

    Aqui en la ciudad, hay 3 parques públicos donde una explanada? una superficie grande es dedicada al CRIO, al NINNO, la NINNA. (En Espannol esta el genero masculino/femenino, en Ingles puedo decir the CHILD).

    En estos parques la ciudad provee lienzos? canvas, lonas? la ciudad prevee esto en conjunto con pinturas acrilicas, pastas para que el ninno pinte y haga sus propios conceptos, sus ideas, tambien hay canvas donde ya viene algún dibujo y los ninnos mas pequennos solo pintan el sketch, el dibujo, lo colorean.

    En estos parques al mismo tiempo hay diversos grupos de música, todo desde Rock, Jazz, clásico, Blues, Twist, música de los 40s. 50s. hasta lo actual.
    Observo los ninnos cuando están pintando, pintan sobre el canvas al MISMO tiempo que están moviendo o bailando siguiendo el ritmo de la música que escuchan, pero la escuchan sin enfocar en la musica, solo siguen el ritmo.
    Es arte en muchos aspectos.

    Mi razonar, mi instinto es que en el ARTE no hay academia, no hay escuela, no se si expreso con claridad.

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  3. En el arte nada debe ser consciente ni estudiado, todo es solamente SENTIDO, es el sentimiento.
    He llevado algunos de mis alumnos AUTISTAS, algunos BEDUINOS, he llevado personas que saben CERO de música, de música que jamas escucharon antes. Saben de su música en el desierto, saben de su música en Africa y algunos identifican como sus sonidos y sus ritmos pueden estar en Mozart, en Bach, en Chopin y en mas.

    En este parque es COMUN ver bebes de dias de nacidos, semanas de nacidos.

    Alberto, algo que también SACUDE mi cerebro es ver como un bebe RECIEN NACIDO puede seguir el RITMO de la música, se mueve en su cuna o su carrito o canasta y sonrie y mueve su cuerpo en COORDINACION con la musica.
    Sea el estilo de musica que sea. Sus ojos aun cerrados en momentos donde la música cala, los bebes abren sus parpados y sonrien.

    Luego veo los ninnos en su primer anno, 2 annos de vida bailando en total concordancia con el ritmo de la musica que sea.
    De los Beduinos o Africanos, es otra maravilla. NO saben las palabras en Ingles, no conocen las canciones y es maravilloso ver como un Beduino pueda sentir a Frank Sinatra, Elvis Presley, Ella Fitzgerald o The Doors o Billie Holiday y asi la gran variedad.

    Con frecuencia son los JOVENES JAPONESES los que sorprenden a mi cuando un chaval en sus 14, 15 annos quiere que les asigne y estudiemos canciones de Perry Como, Dionne Warwick, Barbra Streisand, o quieren saber de compositores como Burt Bacharach, Henri Mancini, Mantovani, chavales que vienen a los EE.UU. y esta es la musica que traen DE JAPON!!!!!! Musica y compositores que son casi 100 annos fuera de su generacion.

    Siendo ninno, tuve un profesor de piano, profesor que frustrado dijo a mi madre que NO continuaría su clase conmigo porque yo nunca aprendería a leer nota, música.
    Durante la clase, yo tocaba la pieza de musica, la canción, la melodía y el hombre GRITABA: YOU'RE NOT READING.

    Era verdad. Toco el piano por oido, por lo lirico y se CERO de Flamenco y Camaron o Tomatito o la Zarzuela y mas arte de Espanna puede hacer que mi cuerpo vibre y nudos en mi plexus solar.

    En todo esto voy a que el arte es para sentirse y cada quien tenemos nuestro sentimiento, nuestra idea, nuestra dimensión sin ser necesario ver la parte académica o teórica o protocolaria establecida por el "establishment".
    Estoy seguro que de los clásicos yo puedo aprender mas de un ninno AUTISTA al escuchar Mozart, viendo y tratando de entender lo que el ninno Autista exprese o comunique a mi.

    En mis clases TODO es ARTE lo he expresado en tu blog y otros.

    En mis clases el "test" el examen MAS real, mas practico es cuando observo la EMOCION en mi alumno al escuchar a mi alumno leer, expresar o explicar algun tema. La emocion en combinacion con su estructura gramatical es para mi suficiente. Lograr que mi alumno SIENTA el idioma es esencial porque la teoria y la gramatica vienen como tema adicional y secundario. Asi como un recién nacido empieza a sentir, identificar sonidos, sílabas y finalmente el lenguaje.

    Coincido contigo y solo difiero en tal vez como percibimos el ARTE y como lo transmitimos o lo transmita el entorno donde vivimos.
    Es posible la parte donde haces tu empleo es una parte que NECESITA MAS INICIATIVA de los adultos para introducir ARTES, música, ritmo, cadencia, sentimiento. Y repito, en mi razonar, la música podría ser introducida en ese sector de Madrid, sin tener que contratar "expertos o académicos". Solo usar la música en las escuelas, en los parques en las calles, en SUS HOGARES!!!

    No se que otro sentir pueda expresar en lo sencillo que es, pienso, el sentir la música o algo que vemos y nos enciende la emocion es lo mas necesitado ;->

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    1. Yo no digo que a mis alumnos no les llegue la música, porque no es cierto: les encanta, siempre están escuchando música, su vida es una vida con banda sonora. Lo que me llama la atención es su ignorancia de que, además de su música hay otras músicas. Y lo que me duele es el desprecio que suelen mostrar hacia lo otro.

      En cuanto a eso de que la música es solo sentimiento, puedo aceptarlo siempre y cuando aceptemos que el sentimiento se puede educar. No quiero decir que sea necesario saber leer el pentagrama o saber la teoría de la polifonía, pero sin cierta educación musical veo imposible apreciar a Arnold Schönberg o a Brad Mehldau, por poner dos ejemplos. La educación puede ser académica o el simple resultado de no conformarse con las simplezas que nos hacen mover los pies y aventurarnos más allá para escuchar músicas que toquen fibras emocionales de mayor complejidad.

      Soy español, pero nada me dicen ni Camarón, ni Tomatito ni la zarzuela. Y soy europeo, pero de Mozart, salvo su extraordinario réquiem, todo me aburre. Me apasiona la música, pero no me gusta toda la música. Como todo medio de expresión puede ser vulgar y sublime, repetición insoportable de clichés o indagación en lo desconocido.
      Puede hablarle a los instintos más primitivos o puede enfrentarnos a emociones desconocidas. Puede ensalzar los instintos más gregarios o enfrentar al individuo con el cosmos.

      Lo que quería decir con el texto se puede resumir en que uno puede conformarse con escuchar por siempre las mismas musiquillas disfrazadas bajo mil ropajes o ser exigente consigo mismo y descubrir un mundo de nuevas experiencias que te hacen crecer.

      Allá cada cual.

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