lunes, 8 de febrero de 2010

Libre albedrío

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12 comentarios:

  1. Vamos a ver, si un hombre nace en un barrio de chabolas y su padre es un alcohólico analfabeto y su madre una prostituta heroinómana probablemente su futuro está bastante determinado, de la misma manera que lo estará, en sentido contrario, el de otro que nazca en un barrio acomodado hijo de una profesora de piano y de un catedrático de Universidad. Estadisticamente el primero tiene muchas más posibilidades de acabar siendo un delincuente, aunque siempre hay excepciones. En este sentido estoy de acuerdo en que la libertad del indivíduo para elegirse a si mismo se ve bastante limitada en muchos casos y por tanto también su responsabilidad. Sin embargo imaginemos un soldado que recibe la orden de abrir fuego contra un edificio en el que él sabe que se han refugiado varios civiles, niños, mujeres... Imaginemos que obedece y después para librarse del sentimiento de culpabilidad que le provoca el haberlo hecho se engaña a si mismo diciendo: "No podía hacer otra cosa, soy un soldado, tenía que obedecer, además el enemigo utiliza a los civiles como escudo...etc" Lo que intento decir es que la conciencia de que nuestros actos están determinados hasta cierto punto no nos puede servir de excusa para afrontar nuestra responsabilidad, esto creo que es muy importante, pondré otro ejemplo: Una chica va a una fiesta con unas amigas y allí conoce a un chico con el que acaba enroyandose y poniendole los cuernos a su novio, despues podrá engañarse a si misma poniendose miles de excusas, "No fuí yo, fue el alcohol, no sabía lo que hacía...etc" Pienso que en realidad lo que ocurre muchas veces es al revés, quizás el soldado aprovecha la cobertura que le da su superior para hacer lo que en realidad deseaba hacer, porque si actua bajo ordenes queda libre de responsabilidad y tal vez la chica deseaba acostarse con otro y con un par de copas encima se atreve a hacer lo que de otra manera no habría tenido valor.
    Muchas veces nos refugiamos en circunstancias que nos libren de nuestra responsabilidad por que no tenemos el valor de afrontarla abiertamente.

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  2. Siempre había entendido el determinismo como aquella filosofía en la que hay gente que cree que las cosas pasan porque tienen que pasar, porque está de algún modo escrito que deben pasar y no hay nada que se pueda hacer para evitarlo. Filosofía con la que no comparto nada.

    Nunca había pensado en el determinismo como algo generado por la educación recibida pero aunque resulte influyente no estoy de acuerdo con considerar que realmente determine nada, vamos, que el azar hace mucha más fuerza que el determinismo neuronal por así llamarlo.

    Un ejemplo al respecto sería la propia informática. La construcción misma de la máquina la convierte en determinista por lo que los resultados deberían ser predicibles pero basta un único componente aleatorio para que en desconocimiento del dato aleatorio sea totalmente impredecible el resultado final. Cuando a una máquina se le pide generar un número aleatorio, este es impredecible porque podría considerar un dato basado en la temperatura del procesador y en las revoluciones a las que gira en un preciso instante el ventilador añadiendo datos como el número de serie y otros que podrían ser repetidos, pero que darían resultados distintos en dos máquinas idénticas situadas a las mismas condiciones ambientales. Puede que hubiera determinismo... pero iba a ser tan distinto y tan impredecible que no es útil, ni práctico decir que lo haya.

    El determinismo como yo lo imaginaba al principio solo sirve para dar escusas a aquellos que hacen algo incorrecto para decir que no tenían otra opción, y como tal me parece simplemente aberrante.

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  3. Me parece que nos estamos liando con algunos conceptos. A ver si soy capaz de precisar un poco:

    1. La repugnancia moral no es un argumento. Yo entiendo que el crimen, sea el genocidio nazi o la violación o la pederastia o lo que sea, produce repugnancia y deseos de venganza, pero este sentimiento no demuestra la responsabilidad de nadie. Precisamente la defensa del libre albedrío por parte del catolicismo persigue eso, justificar la responsabilidad del pecador, pero, hasta ahora, nadie ha encontrado una justificación razonable del libre albedrío.

    2. El libre albedrío se basa en la existencia de un “fantasma en la máquina”, de un homúnculo que es, en última instancia, el responsable de los actos. Pero la responsabilidad implica no estar determinado. Pero, si no se está determinado, ¿en base a qué se toman las decisiones? Por el contrario, si se introduce azar, ¿qué clase de responsabilidad puede tener quien actúa influido por el azar?

    3. Otra cosa es qué hacemos en la vida práctica. A nadie, o casi nadie, se le ocurriría hacer responsable a un coche de su mal funcionamiento. De haber responsabilidad la tiene el fabricante o los usuarios. En cualquier caso, intentamos arreglarlo y punto. Y si no se puede, pues dejamos de sacarlo a la carretera para que no sea un peligro. Entre los humanos estamos tan acostumbrados a los juicios morales que somos incapaces de concebirnos como máquinas, pero no somos otra cosa. Eso sí, máquinas increíblemente complejas cuyo mecanismo estamos lejos de entender aún en su totalidad.

    4. Entiendo que haya gente que no acepte el modelo mecanicista. Perfecto. Pero, en este caso, pido por favor que se me explique qué nos diferencia y dónde reside la responsabilidad y cómo es posible el libre albedrío.

    5. Tampoco hay que confundir determinismo y previsibilidad. Un sistema es determinista cuando su presente depende tan solo de su pasado. Eso no quiere decir que podamos prever lo que va a acontecer después. La teoría matemática del caos, precisamente, trata sistemas que son, a la vez, deterministas e imprevisibles, esto último por culpa de su sensibilidad a las condiciones iniciales. Pero que no podamos prever no quiere decir que todo no sea producto de lo que ha ocurrido antes.

    6. También entiendo que haya gente que no acepte esta teoría. Perfecto. Pero, en este caso, pediría que se me explicase cómo puede ser que el futuro no dependa del pasado.

    7. Para terminar, insisto: saber que actuamos según determinaciones genéticas y culturales no justifica ni deja de justificar: simplemente nos da pistas de cómo evitar los comportamientos indeseables. Por ejemplo, saber que existe una tendencia innata a obedecer órdenes no implica que haya que perdonar nada, pero sí puede servir para tomar conciencia de los peligros de las organizaciones fuertemente jerarquizadas. Describir no es prescribir.

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  4. Reconozco que no soy capaz de dar una respuesta definitiva y convincente a las preguntas que planteas a cerca del libre albedrio y la responsabilidad, quizás mi forma de pensar esté más influida de lo que yo pensaba por la cultura judeocristiana en la que me he criado.
    No obstante creo que tus siete puntos son un buen punto de partida para la reflexión en torno al asunto, si a algún defensor de la libertad se le ocurre algún buen argumento le agradecería que lo aportara.

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  5. La discusión ha alcanzado tal grado de complejidad teórica que hablar de libertad sin maquinaria es imposible. Y es imposible porque el concepto es demasiado absoluto, y de una manera bastante simplista quizá, creo que solo tiene sentido hablar de la existencia de la libertad y el libre albedrío si lo consideremos un ingrediente pequeño de la receta, si hablamos de márgenes de libertad. Una vez situados ahí, en el territorio de migajas que la libertad permita en relación a la totalidad, quizás podamos decir que sí es posible usar ese margen o no hacer uso de él. También puede ser que eso sea mentira, que sea una percepción falsa, pero al menos más relativa que la de la libertad en términos absolutos. Así que cuando el cálculo me dice esto y lo otro, pero la intuición (que es otro tipo de cálculo) me dice algo distinto y la gente calcula también distinto a mí y puedo hacer varias cosas, además de las que me vienen dadas, me digo que estoy haciendo uso de mi libertad si puedo elegir entre más de una.

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  6. Hay dos formas de entender la libertad. Una, trivial, es, a la vez, real: si deseo hacer algo y puedo hacerlo, en el sentido de que nada ni nadie me lo impide, soy libre. En este caso el deseo, la elección, ya existen.

    El otro sentido es el que tiene que ver con el libre albedrío y, por tanto, con el concepto de responsabilidad y con el origen de los deseos, de las elecciones. En este sentido libertad se opone a condicionamiento. Dadas una serie de alternativas, ¿puedo elegir? Me parece interesante tu idea de no hablar de la libertad en conjunto, sino solo de márgenes de libertad, pero en este punto no disminuye un ápice el problema: si tengo un cierto margen de libertad es que puedo optar por una u otra alternativa sin que nada ni nadie condicionen lo que voy a elegir, lo que voy a desear. Pero, ¿cómo podría ser esto posible? ¿Por azar? ¿Cómo elegir sin aplicar ningún criterio? Dices que la intuición es otra forma de cálculo. Sin duda. Cuando hablo de cálculo no lo hago en el sentido computacional, ni estrictamente lógico: me refiero a ese proceso, casi siempre inconsciente, que media entre la toma de conciencia de una disyuntiva y la elección del camino a seguir. Este proceso tiene en cuenta los instintos, las experiencias personales, las tradiciones, la cultura asimilada, y todo tipo de enseñanzas, creencias, prejuicios. En función de todos eso tomamos nuestras decisiones.

    Si me parece interesante tu idea de los márgenes de libertad es porque cuadra con un concepto que pienso puede sustituir en parte al de libertad: el de independencia. Dado que nuestras decisiones se ven determinadas por nuestra historia personal (insisto, ¿cómo podría ser de otra manera?), podemos hacer por aumentar todo lo posible el número de influencias que nos determinan. La forma de conseguirlo es tener la mayor cantidad posible de experiencias vitales e intelectuales posibles. Esto hará que nuestra dependencia se reparta entre tal cantidad de influencias que, de algún modo, en el límite, se parezca mucho a una independencia porque, a fin de cuentas, depender de muchos es casi como no depender de nadie.

    Es una idea sobre la que llevo mucho tiempo pensando. ¿Qué os parece?

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  7. Me parece una idea muy interesante la de la dependencia, te animo a que sigas explorandola a ver que da de sí.
    El otro día leyendo algo sobre la teoría del caos venían a decir algo así como que la solución a problemas complejos a veces puede ser muy simple, basta con un cambio de enfoque.
    Tu idea parece muy simple y muy lógica al mismo tiempo, a mí se me ocurre el ejemplo de alguien que está en una ciudad y necesita trasladarse a otra, si "depende" de un autobús que sale a las 19:30 porque es el único medio de transporte de que dispone, evidentemente será menos "libre" (o más dependiente si lo prefieres) que si existieran otros medios de transporte y otros horarios alternativos, ferrocarril etc.

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  8. Pues a mí me suena a disolución, me agrada, a disolución porque es tanto el préstamo que el yo se disuelve en la red, digamos algo así como que "tiende a nada" aunque no acabo de ver si eso le insufla algún tipo de aire a la falta de libertad o de libre albedrío, sino una alternativa. Es casi como darlos a ambos por perdidos y minimizarse en la red

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  9. creo que no esta profundamente desarrollado en el sentido que mas bien parece confuso.
    y claro que es dificil el tema.
    aqui un libro:
    Decisions, uncertainty, and the brain. The science of neuroeconomics. Paul W. Glimcher. MIT press.

    creo que cada quien debería hacer lo que sea, aunque sea el caos. a final de cuenta habrá quien en ese hacer lo que sea no se dedique a la destrucción sino a algo diferente, tal vez productivo...digo en este país(Mx) todos hacen lo que se les pega la gana pero todos son unos hipócritas y siempre aparentan ser personas responsables y respetables. cuando dejas de ser hipócrita te cae la rechifla, que jodido....

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  10. Sí, Almazul, el cambio de enfoque es, a veces, la mejor forma de resolver los problemas. La escuela de Viena, neopositivistas ellos, desmantelaron un montón de viejos problemas filosóficos por la vía de esclarecer los significados de las palabras y demostrar que, en realidad, tales problemas no existían. Algo así pasa con lo del libre albedrío. Estoy preparando una especie de diccionario portátil acerca de la libertad con el que espero resumir y aclarar lo hablado hasta ahora.

    Y sí, Anónimo, hablo de disolución, y me agrada que te agrade, aunque entiendo que, siendo Anónimo, es lógico que lo del la disolución del yo te agrade y... Bueno, que sí, que aumentar las influencias por la vía de aumentar las experiencias es una forma de disolver el yo, aunque esto depende del momento. Me explico: en un principio, al aumentar el número de las influencias, lo que hacemos es jugar con la combinatoria y lograr así sujetos (yoes) cada vez más originales: en cuantos más autores, corrientes, creadores, artistas, países, culturas y costumbres conoce uno, más original es el personaje que vamos creando con todo ello. La paradoja es que, este proceso, llevado al límite, daría siempre un mismo tipo de individuo, porque, en ese límite, todos acabaríamos teniendo las mismas influencias y, por tanto, la misma visión del mundo. La cosa es saber si podemos acercarnos a ese límite o si, por el contrario, es tan inaccesible que siempre nos quedaremos en la fase “original”.

    Lo que sí tengo claro es que depender solo de una ideología, una corriente, un autor, o un libro, te convierte en un clon, mientras que la mezcla, la combinatoria, no solo te hace distinto, especial, sino que permite que, entre todos, exploremos los paisajes de lo posible y aumentemos la probabilidad de que alguien encuentre un buen lugar para pasear. En este sentido estoy de acuerdo con rbt (hoy estoy de buen rollo): la cosa es moverse, aunque sea buceando en el caos. Quizá así alguien se dedique a algo productivo, signifique eso lo que signifique.

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  11. Rectifico: donde escribí "escuela de Viena" debería haber escrito "Círculo de Viena". Un lapsus.

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  12. Gracias por la rectificación, de todas formas creo que ya habíamos dado por supuesto que te referías al Círculo de Viena, porque los de la Escuela de Viena parece ser que se dedicaban a la música y al Arte en general más que a la filosofía o la Ciencia.

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