sábado, 2 de mayo de 2009

¿Emociones o ideas?

Que solo las emociones nos mueven a la acción es un hecho: ya podemos disponer de toda la información acerca del problema que sea que si no nos toca alguna fibra sensible nada haremos al respecto. Solo cuando com-padecemos el destino de los demás somos capaces de con-movernos.

Sí, las emociones son necesarias para la acción, pero no suficientes para una acción eficaz. Muchas veces experimentamos oleadas de justa indignación ante un fragmento de realidad presentado convenientemente por los medios de comunicación o por el arte y, sin embargo, no hacemos nada. Naturalmente que la pereza, el egoísmo y la comodidad tienen mucho que ver, pero también ocurre que, por lo general, esa indignación está vacía de contenido: le faltan ideas.

Para resolver un problema hacen falta ganas de resolverlo, pero también un diagnóstico preciso de cuáles son las causas reales del problema. Las emociones nos proporcionan la energía necesaria, pero solo las ideas nos proporcionan objetivos.

Como dijo aquel, siempre que se piensa se piensa contra algo. Esta reflexión viene a cuento de todo un género cinematográfico y literario muy de moda consistente en mover las emociones del espectador respecto de temas muy éticos y profundos pero poco su cabeza. Está muy bien, tiene éxito, la gente sale encantada de sí misma con la sensación de haber tenido experiencias intensas y de ser de los buenos, pero sin que en sus cerebros se haya producido el más mínimo cambio.

A veces tengo la sensación de que muchos de estos productos culturales están hechos para que cierto sector de la población esté contento consigo mismo o, al menos, se sienta justificado.

6 comentarios:

  1. No se quien dijo que el cambio sin violencia no es posible. Reaccionar frente a cualquier hecho implica un cambio más o menos violento, y al final todo queda en un contraste de fuerzas, es necesario superar el coeficiente de rozamiento estático, las ideas serían una fuerza añadida para superarlo, pero sin ideas, con la suficiente motivación, también se mueve... aunque probablemente se mueva hacia ningún sitio puesto que las ideas también dan la dirección.

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  2. Justo ese es el asunto: las emociones proporcionan la energía, pero sin un objetivo claro se corre el riesgo de desperdiciar esa energía en ineficaces pataletas.

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  3. Yo creo que ni las emociones ni las ideas pueden ser prestadas. Es fatal. Eso produce una atroz tontería. Se llama vacío. No sé qué es peor pero, de todas las combinaciones posibles, que ambas sean prestadas parece lo peor. Aunque, ahora que lo pienso,las ideas prestadas han de ser muchísimo peores aunque no sea más que porque tienen mayor perduración y una superficial solidez que las hace dignas de representar a un tonto como un ser genuino en sociedad.

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  4. No entiendo muy bien tu idea, Anónimo, porque tal como entiendo tu comentario, parece que niegas la posibilidad de utilizar ideas que no sean originales. Pero, si no podemos coger prestadas las ideas que otros más listos y más sabios han desarrollado, estamos condenados a permanecer por siempre como pobres cromañones, y no le veo el sentido, la verdad.

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  5. Si no creí entender mal en tu texto decías que estaban de moda ciertso productos culturales que proporcionaban emociones intensas que hacían sentirse a la gente profunda, pero que en su cerebro no se había producido ningún cambio. A mí eso me hizo pensar en que los cambios en el cerebro no son verdaderamente profundos si las ideas y emociones son prestadas. No quise decir que no se deban utilizar las buenas ideas y descubrientos de los demás para evolucionar, sino que en algún momento han de hacerse propias para que se desencadene ese cambio.

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  6. Gracias: ahora te entiendo. Y no solo estoy de acuerdo contigo, sino que pienso que seria muy interesante reflexionar acerca de qué significa hacer propias las ideas y emociones de otros. En este proceso descansa el sentido de casi todo lo interesante: el arte en particular, la cultura en general y la ciencia por añadidura.

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