domingo, 28 de diciembre de 2008

¿Pollo o caviar?

Un anuncio de Coca-cola presenta la fotografía de una familia de, posiblemente, veinte miembros, entre los que se puede reconocer nietos y abuelos, tíos, sobrinos e, incluso, novias y novios, todos ellos rodeando a la presunta abuela, la cual soporta en una bandeja un gran pavo recién salido del horno. Hasta aquí una imagen de la tópica felicidad hogareña tan típica de estas fechas.

Lo que ha llamado más mi atención es el eslogan: “¿Caviar para dos? Mejor pollo para veinte”. Primero me mosqueé, pues me pareció que estos de la Coca-cola ya no se conformaban con decirnos lo que tenemos que beber sino cómo nos lo tenemos que montar. Después, tras pensarlo un poco, entendí que a los de Coca-cola lo único que les mueve es el beneficio: y está claro que si se juntan veinte es muy posible que haya refrescos en la mesa y, quizá, una botella de vino que los bebedores habituales mirarán con la inquietud que siempre produce la escasez. Sin embargo, si solo se juntan dos, y encima con un poquito de caviar, es muy probable que este se vea acompañado de algún buen vino que caldee y sensualice el ambiente. Lo que es menos imaginable es ver a la pareja de dos tomándose un refresco mientras se miran a los ojos...

Resumiendo: que a las ventas de la empresa americana les interesan más las reuniones familiares grandes que los encuentros íntimos. Me parece perfecto. Lo que me irrita profundamente es esa afirmación acerca de lo que es “mejor”, sobre todo porque es engañosa, dado que si es mejor para alguien es precisamente para ellos, para los de la Coca-cola.

Si saco a colación el dichoso anuncio es porque hoy se juntan los católicos en Madrid para celebrar la familia, o apoyarla, o algo así, y a mí con la Iglesia católica me pasa lo mismo que con la Coca-cola. En principio me son indiferentes, porque ni bebo Coca-cola ni comulgo. Sin embargo, a ellos no les doy igual yo, pues están tan convencidos de lo que es mejor que intentan forzarme a vivir como ellos quieren. A los católicos les gusta un cierto tipo de familia. Perfecto. A los católicos no les gusta la homosexualidad, ni la utilización de medios anticonceptivos, ni el divorcio. Perfecto. El gusto es libre. El problema es que no se quedan ahí, pues no se conforman con hacer ellos lo que les plazca, sino que nos quieren imponer a los demás su modelo. Quieren que bebamos todos coca-cola.

Por eso son mis enemigos: no por sus preferencias, que me pueden dar pena pero las aceptó, como no podía ser de otra manera, sino porque luchan denodadamente por prohibirnos a los demás que satisfagamos las nuestras.


PD: La Iglesia católica utiliza un truco parecido al que comentaba ayer, con la diferencia de que ellos hablan menos de “lo normal” y más de “lo natural”. Lo sorprendente es que hablen de “lo natural” tipos que reprimen, al menos eso dicen, desde luego no todos, sus pulsiones sexuales. También es sorprendente el empeño en defender la familia en tipos que renuncian voluntariamente a montar una. ¿Quieren para los demás lo que no quieren para sí?

5 comentarios:

  1. Pero hay que reconocer que era un descojone ver en las noticias a los asistentes intentando explicar qué hacían allí. Cada uno respondía una cosa diferente, su propio balbuceo de abstracciones y reivindicaciones de cosas que no necesitan ser reivindicadas.

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  2. Tienes razón: por eso pienso que si reivindican lo que no necesita reivindicación es porque no defienden la familia, sino la familia obligatoria, por poner un ejemplo. Y es que, seamos serios, si algo les fastidia es que los demás hagan lo que les venga en gana. Ya lo decía Thomas Szasz: "La libertad es lo que la mayoría de las personas quieren para sí mismas y lo que más desean negarles a las demás", aunque en el caso de estos me parece que la libertad no la quieren ni para ellos mismos.

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  3. Hombre, tampoco creo que haya que ponerse en ese extremo con la relación Iglesia-Familia. Ellos defienden un modelo familiar que no comparten porque no consideran que sea esa su labor, al igual que cualquiera defiende una ideología aunque no este dentro de ningun partido. En cualquier caso si estoy de acuerdo en las semejanzas entre Coca-cola y la Iglesia, aunque suene a chiste, ya que suelen intentar manipularnos para sus intereses. Por cierto, ¿Has encontrado la imagen del anuncio?

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  4. No, si a mí me parece muy bien que cada uno haga con su vida lo que le dé la gana: lo que me inquieta es que precisamente ellos intenten negarle a los demás cualquier forma de organización que no se ajuste a su modelo familiar.

    En cuanto a la imagen, y no deja de ser curioso, no la he encontrado.

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  5. Una cosa es ser creyente, y otra muy distinta es ser catolico. La Coca-Cola y la Iglesia, (cualquier iglesia) van de la mano...

    Luego eso de lo normal y lo diferente, a mi me gusta esa frase que dice:

    Ustedes se rien de mi, porque yo soy diferente

    y yo me rio de ustedes porque son todos muy iguales!

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